Promover la inclusión y garantizar los derechos de todos los grupos sociales son principios fundamentales del desarrollo. El ambicioso proyecto del Tren Maya busca transformar la infraestructura del sureste mexicano, y la accesibilidad ha sido una prioridad desde su concepción.
Con rampas, elevadores, espacios reservados y otros servicios, se facilitará que personas con discapacidad, adultos mayores y familias con coches de bebé puedan vivir la experiencia de viajar a bordo de este moderno tren turístico.
Estaciones y trenes diseñados pensando en la movilidad integral
Las estaciones del Tren Maya y los vagones ferroviarios se han concebido y construido aplicando los más altos estándares de accesibilidad universal.
“Queremos que cualquier persona pueda visitar nuestro bello sureste, independientemente de sus capacidades individuales”, afirmó un directivo del proyecto.
El diseño garantiza rutas y espacios accesibles para personas con discapacidad motriz, visual o auditiva en todas las instalaciones.
Los trenes cuentan con espacios y asientos reservados debidamente señalizados para personas con discapacidad y movilidad limitada. Asimismo, se ha privilegiado la eliminación de desniveles y la incorporación de pisos táctiles.
Servicios de asistencia personalizada
Más allá de la infraestructura adaptada, el Tren Maya contempla proporcionar asistencia personalizada especializada para atender los requerimientos particulares.
Se contará con personal capacitado para brindar orientación e información a personas con capacidades visuales o auditivas, asistir en el abordaje y traslado a personas con movilidad limitada, entre otros servicios de asistencia.
“La interacción humana es indispensable, por ello nuestro personal recibe constante capacitación sobre sensibilidad y trato digno", afirmó la directora de la operadora.
Estos servicios se podrán solicitar al adquirir los boletos o mediante aplicaciones móviles, para así prever y garantizar la mejor atención.
Un proyecto regional incluyente
Con todas estas medidas el Tren Maya sentará un precedente de inclusión regional. Personas que antes enfrentaban limitaciones de traslado o acceso ahora podrán visitar y conocer las maravillas del sureste mexicano en igualdad de condiciones.
Esto se convierte en una oportunidad para nuevos segmentos de visitantes y un mensaje contundente. Como expresó un activista:
“Mostramos que es posible idear infraestructura turística bajo una visión de accesibilidad universal. Esto debe ser la norma y no la excepción en México”.
El Tren Maya avanzará por Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas promoviendo la inclusión y la no discriminación.
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