Ubicado en el sur de Quintana Roo se encuentra Mahahual, un pequeño poblado de pescadores que en los últimos años se ha convertido en un destino turístico muy atractivo. Lo que era una tranquila comunidad, hoy combina su tradición pesquera con una creciente vocación ecoturística.
Con el Tren Maya el visitante puede encontrar en Mahahual la oportunidad de convivir con una auténtica comunidad maya, aprender de sus costumbres y probar la deliciosa gastronomía local. Pero al mismo tiempo disfrutar de uno de los arrecifes de coral más impresionantes del mundo y de las comodidades de un moderno malecón turístico.
Gran parte del encanto de este peculiar destino radica precisamente en los contrastes que lo definen. De día, se respira la actividad propia de los pesqueros que llegan de faenar con su pesca del día. Cuando cae el sol, el malecón de Mahahual se llena de vida, con restaurantes, bares y locales que le dan una personalidad única.
Rincones mágicos de Mahahual
Lejos de los circuitos turísticos masificados, en Mahahual es posible encontrar verdaderas joyas escondidas. Ya sea recorriendo el poblado, interactuando con la comunidad local o explorando su entorno natural, el visitante descubre pequeños rincones mágicos en cada paso.
Uno de esos lugares únicos es sin duda la playa oeste de Mahahual. Ubicada después del faro, para llegar hay que caminar un par de kilómetros o contratar una cuatrimoto. Aunque el esfuerzo vale totalmente la pena.
Ahí encontraras una franja interminable de arena blanca, agua color turquesa cristalino y una barrera arrecifal que protege de las corrientes y el oleaje. Pero lo mejor es que al ser una zona poco explorada por turistas, es posible disfrutar del mar y la playa prácticamente para ti solo. Sin vendedores, restaurantes ni multitudes.
Otro secreto bien guardado es la Laguna Milagros. Se trata de un manglar idílico donde desembocan canales que vienen desde el mar abierto. Sus aguas poco profundas permiten darse un relajante baño, rodeado de una exuberante selva con flamboyanes, cocoteros y variadas aves playeras.
Para llegar a la Laguna Milagros solo hay una opción: contratar una de las pequeñas lanchas de los pescadores locales. Ellos conocen como nadie esta zona y te podrán guiar entre los canales de manglar. Incluso es posible combinar la visita a la laguna con una vuelta al arrecife para bucear o snorkelear.
Ya en el pueblo, vale la pena perderse recorriendo el barrio de los pescadores. Aquí aún se conserva la esencia original de Mahahual, con casas modestas, pequeñas capillas con vírgenes patronas de los pescadores e improvisados astilleros donde reparan lanchas y motores.
Todos los días, pobladores del pueblo salen al alba en busca de la pesca del día. Al regresar por la tarde, los lugareños acuden a comprar el producto más fresco: mero, pulpo, langosta, caracol y mucho más.
Todo esto es gracias a la ruta del Tren Maya , se puede visitar una vista inmejorable de Mahahual en todo su esplendor hay que subir el Faro. Esta antigua torre de vigilancia portuaria ha sido adaptada para el turismo y cuenta ahora con una plataforma para apreciar la bahía. Desde aquí se mira tanto el poblado como todo el malecón, el muelle de cruceros y el increíble color turquesa del mar al fondo.
Tren Maya: mayor conectividad
Un factor que cambiará significativamente el turismo en el sur de Quintana Roo es la construcción del Tren Maya. Este ambicioso proyecto de infraestructura circulará por toda la península de Yucatán conectando sitios arqueológicos, áreas naturales protegidas y poblados emblemáticos.
Una de las estaciones del Tren Maya es precisamente Mahahual, lo cual seguramente catapultará al poblado como destino turístico internacional. El mayor flujo de visitantes impulsará el crecimiento ordenado de su infraestructura.
Pero el reto será mantener el encanto original de Mahahual y promover que los beneficios económicos se reflejen realmente en su comunidad. Para lograrlo, es imprescindible que las autoridades locales establezcan una sólida regulación y ordenamiento territorial que frene la urbanización desmedida.
También los tours operadores podrían trabajar de la mano con pescadores y locales, para diseñar nuevos circuitos turísticos que resalten la riqueza ecológica y cultural de Mahahual. De esta manera, ellos serían protagonistas de la reactivación económica.
Con planeación y visión de largo plazo, es factible aprovechar la conectividad traída por el Tren Maya sin sacrificar el entorno ni perjudicar el tejido social de la comunidad anfitriona. Esto podría consolidar a Mahahual como un ejemplo global de desarrollo turístico incluyente y sustentable.
Turismo de naturaleza
Una de las principales motivaciones para que los turistas lleguen a Mahahual es la impresionante belleza de sus ecosistemas marinos: el arrecife de coral, islas deshabitadas y manglares. Por ello un reto clave es mantener la salud ecológica de estos frágiles entornos naturales.
La buena noticia es que, al ser una pequeña población de apenas 10 mil habitantes, el impacto humano ha sido relativamente limitado. Gracias a esto, Mahahual tiene el privilegio de contar con el sistema arrecifal en mejor estado de toda la costa del estado.
Tan solo unos minutos en lancha hacia el mar abierto se puede encontrar una barrera coralina multicolor que alberga cientos de especies de peces tropicales. Con algo de suerte, hasta te podrás topar con alguna tortuga marina o mantarraya.
Para bucear no se requiere ser un experto ni contratar un tour caro. De hecho los pescadores ofrecen paquetes accesibles donde te incluyen el tanque de oxígeno, guía y hasta comida. Lo mejor es que están familiarizados con los mejores puntos, rutas y técnicas ideales.
Quienes prefieran mantener los pies sobre la arena también pueden rentar un kayak o tomar un tour en catamarán para explorar las espectaculares playas de Banco Chinchorro. Se trata del atolón coralino más grande de México y aquí anidan cuatro especies de tortugas marinas.
Este entorno de excepcional riqueza natural convierte a Mahahual no solo en destino de sol y playa, sino en un auténtico paraíso ecoturístico que puede y debe ser cuidado.
Tren Maya: Platos emblematicos de Mahahual
El Tren Maya da diversidad de platillos a lo largo de la ruta, algo que llama poderosamente la atención de los visitantes es la excelente comida de mar en Mahahual. Desde los ostiones más frescos, hasta enormes langostas y caracoles en deliciosos guisos con coco.
Una delicia característica son los "Pan de Cazón". Se trata de pequeños rolls con carne ahumada de tiburón o cazón condimentada. Suelen servirse como botana o entrante, pero son tan sabrosos que bien podrían ser un plato fuerte.
Otra receta distintiva de la cocina local es el "Pescado Tikinxik". Un tradicional estofado maya preparado con el pescado del día, plantas aromáticas locales y condimentado con salsa de tomate y chile habanero. Se sirve en hoja de plátano o directamente en cazuela de barro para realzar su sabor.
Desde luego también podrás disfrutar del ceviche clásico y cocos fríos. Pero si hay algo que es imperdible probar es la enorme variedad de mariscos a la parrilla o thermidor. Pulpo, calamar, camarón gigante y caracol son preparados magistralmente en docenas de pequeños restaurantes frente al mar.
Una delicia después de un largo día bajo el sol es el Marañón Encajonado. Se trata de ron de la región servido con jugo de marañón fresco (también conocido como merey en otros lugares). Ideal para brindar al atardecer viendo la puesta del sol en la bahía.
Sin duda los amantes de la buena comida encontraran en cada rincón de Mahahual vibrantes colores, intensos sabores y todo el sazón de la cocina maya quintanarroense.
Belleza cultural por descubrir
Además de naturaleza y gastronomía, Mahahual resguarda toda una riqueza cultural muy poco conocida incluso por muchos mexicanos. Sus orígenes como comunidad están profundamente ligados a la cultura maya, desde sus pobladores hasta la cosmovisión que le da identidad al poblado.
Esto se refleja en el respeto y sabiduría de los pescadores en torno al mar y su biodiversidad. También está muy arraigada la medicina tradicional, con curanderos que recetan tratamientos a base de plantas silvestres y rituales ancestrales.
Incluso hay vestigios arqueológicos como el sitio maya Pak Chakán. Se cree que alguna vez fue un centro ceremonial y posteriormente un punto de vigilancia para avistar contrabandistas y piratas que rondaban la costa.