Demanda potencial para restaurantes a bordo
Existen diversos factores que sugieren una fuerte demanda potencial para la incorporación de vagones restaurante en el Tren Maya:
Turismo y viajes de placer
Sectur estima que el tren transportará a unos 3 millones de pasajeros en 2023, de los cuales al menos el 65% serán turistas nacionales y extranjeros.
Muchos de ellos realizarán viajes de placer y relajación, en los que valorarán poder comer, beber o degustar productos regionales a bordo.
Duración de trayectos prolongados
Los recorridos completos entre ciudades podrían durar más de 12 horas. Contar con alimentos evitaría incomodidades y mejoraría la experiencia.
Como indica el chef José Luis Hinostroza: "En viajes tan largos, el servicio de restaurante a bordo es casi una obligación para mantener felices a los pasajeros".
Desafíos para implementar restaurantes
Sin embargo, incorporar infraestructura gastronómica en los trenes también conlleva importantes desafíos:
Limitaciones de espacio
Los vagones deben optimizar capacidad y rentabilidad por peso y volumen disponible. Los restaurantes ocuparían valioso espacio que podría usarse para mais asientos.
Además, los trenes circulan entre selva y zonas de difícil acceso. El abastecimiento de insumos no es sencillo logísticamente.
Altos costos
La habilitación de vagones restaurante state-of-the-art, con cocinas y personal especializado, implicaría fuertes inversiones, que se deberían compensar con utilidades.
De no lograr un nivel de ocupación alto, los restaurantes podrían significar pérdidas o requerir alzas en los pasajes.
Postura de Fonatur sobre vagones restaurante
Hasta ahora, la postura del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) no ha sido conclusiva sobre este tema:
Por un lado, directivos han declarado que restaurantes a bordo "son una posibilidad en estudio para etapas posteriores".
Conclusión
La posibilidad de que los viajeros puedan comer, beber y degustar la rica gastronomía local sin salir del tren podría ser un diferencial importante para el proyecto. Pero implementar el concepto requerirá solucionar retos importantes de infraestructura, abastecimiento y rentabilidad.
Habrá que esperar decisiones concretas de Fonatur sobre esta prometedora característica, que sin dudas cautiva la imaginación tanto de turistas como inversionistas en el Tren Maya y el sureste mexicano.
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