El Tren Maya:
Más que un Medio de Transporte, una Experiencia Única
Surcar los extremos de México a bordo de un ferrocarril no es solo un medio de transporte: es toda una aventura cargada de naturaleza exuberante, mística ancestral, historia viva y la hospitalidad de su gente.
Eso es justamente el Tren Maya, la moderna red ferroviaria llamada también Turitren que promete revolucionar los viajes a través de la península de Yucatán conectando los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Lejos de ser un traslado común, el trayecto a bordo del Tren Maya se convierte en una experiencia multicultural y ecológica única. Un tour sobre rieles que va mucho más allá del destino: es un fin en sí mismo.
El camino, en este caso los 1500 kilómetros de vías férreas, resulta tan importante como las paradisíacas playas de Tulum, los imponentes templos mayas de Palenque o las coloridas ciudades coloniales.
Es un paseo para disfrutar cada momento, cada paisaje: desde la exuberante selva lacandona hasta la crystalina Costa Maya caribeña. Un viaje que conecta el México moderno de Cancún con sus raíces ancestrales, representadas por antiguas civilizaciones como Calakmul o Chichén Itzá.
Los vagones climatizados con asientos ergonómicos y ventanales panorámicos son el escenario perfecto para apreciar la majestuosidad del entorno natural por donde transita el Tren Maya.
Los amables asistentes de a bordo orientan sobre cada parada, brindando información útil para decidir dónde y cuánto tiempo descender para explorar cada región. Porque las opciones parecen infinitas.
En el estado de Campeche se puede optar por recorrer la imponente zona arqueológica de Edzná, con su majestuosa Gran Acrópolis de 30 metros de altura o bien explorar los 500 metros de túneles subterráneos de la fortificación del fuerte de San Miguel.
Al llegar a Mérida, La Ciudad Blanca, se abre la oportunidad de admirar más de 4 siglos de riqueza arquitectónica y cultural, representadas en casonas, plazas, museos, una exquisita gastronomía o el mágico espectáculo audiovisual nocturno en la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Ya en pleno caribe mexicano, al arribar a Valladolid, se puede optar por nadar en un auténtico cenote yucateco y después ascender al Templo de Kukulkán, en una experiencia mística única.
En Tulum, a la vera del impresionante sitio arqueológico amurallado frente al mar turquesa, se encuentran algunos de los hoteles boutique más exclusivos o bien relajarse en el eco chic hotel Azulik, un referente mundial.
Finalmente, Cancún y la Riviera Maya conjugan playas de arena blanca, centros comerciales de lujo, vida nocturna vibrante y exclusivos campos de golf junto al mar.
Como puede apreciarse, el Tren Maya trasciende al simple trayecto entre dos puntos. Es una invitación a explorar, acompañar y convivir con la cultura y la gente que habita estas tierras ancestrales.
Un Recorrido para Saborear la Antigua Cultura Maya
Uno de los grandes atractivos históricos y culturales de la península de Yucatán es la enorme riqueza arqueológica dejada atrás por la asombrosa civilización maya. A lo largo del recorrido del Tren Maya los viajeros podrán conocer algunos de los sitios y ciudades de los antiguos mayas más destacados de México y Centroamérica.
El primer gran imperio maya se desarrolló en Nakbé, ubicada al norte de Guatemala. Sin embargo, durante su apogeo entre los años 250 a 900 después de Cristo, los mayas construyeron metrópolis, palacios ceremoniales, pirámides y observatorios astronómicos a lo largo del sureste de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, conocido actualmente como la Gran Cuenca Maya.
Gracias al Turitren, se puede conocer Calakmul, la ciudad maya prehispánica más grande descubierta hasta ahora y que dominó gran parte de la región durante el denominado periodo clásico. Los viajeros podrán admirar sus impresionantes estructuras de más de 50 metros de altura actualmente conservadas.
Otros sitios arqueológicos destacados son Kohunlich, con sus magníficos mascarones de estuco; Chicanná y su famosa Pirámide de la Serpiente; Xpujil, Becán, Champotón y Balamkú, entre otros.
En Campeche, a solo 15 minutos de la estación Becalao del Tren Maya, se ubica Edzná, donde podrá explorarse su magnífica Acrópolis de 30 metros de altura y los 400 metros cuadrados de plazas, templos, palacios y juego de pelota que los antiguos mayas dejaron atrás.
Uno de los centros ceremoniales mayas más famosos del mundo es Chichén Itzá, elegida como una de las nuevas 7 maravillas del mundo moderno. El Basamento de Kukulkán, el observatorio de El Caracol, el templo de Los Guerreros y el cenote sagrado son solo algunos de sus tesoros.
Finalmente, en Tulum podrá conocerse otro importante puerto comercial maya amurallado frente al mar Caribe, con intrincados templos y palacios que muestran el alto grado de desarrollo de los mayas posclásicos.
Todos estos vestigios arqueológicos, así como pequeños y coloridos pueblos típicos intercalados entre las estaciones del tren, permiten adentrarse en el fascinante mundo de los antiguos mayas, una brillante civilización que dominó parte de Mesoamérica por casi 3000 años.
A lo largo de este recorrido ferroviario se entenderá por qué los mayas son considerados por los arqueólogos como una de las culturas más avanzadas que hayan existido en el continente americano en la época precolombina y por qué su legado sigue presente y vivo entre los habitantes actuales de Yucatán y Quintana Roo.
Subirse al Tren Maya implica mucho más que visitar ruinas y conocer la historia maya: es experimentar el fascinante sincretismo cultural de sus tradiciones, gastronomía, lenguas y cosmovisión con la vida contemporánea del sureste mexicano.
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