Tulum, la joya de la Riviera Maya, se prepara para un gran crecimiento turístico con la próxima inauguración de su moderno aeropuerto internacional y la conexión que traerá el tren maya. Estas nuevas y estratégicas infraestructuras potenciarán enormemente el destino y dinamizarán la economía local.
Tulum posee un encanto único: sus imponentes ruinas mayas al borde de espectaculares acantilados sobre el mar turquesa, su vibrante pueblo costero, y las interminables playas de arena blanca. Este paraíso natural ya es uno de los destinos turísticos más populares de México. Sin embargo, la falta de conectividad ha limitado su capacidad para competir con Cancún o la Rivera Maya en cuanto a llegadas internacionales.
La situación cambiará radicalmente con la terminal aérea de clase mundial que abrirá en 2023, y la llegada pocos años después del tren maya que conectará la península de Yucatán.
Estas macrolinfraestructuras impulsarán decisivamente la oferta turística de Tulum, beneficiarán a los habitantes con más empleos, y fortalecerán la protección del patrimonio cultural y medioambiental ante la oleada de visitantes que recibirá la zona en las próximas décadas.
El nuevo aeropuerto internacional de Tulum, referente de modernidad y sustentabilidad
Con una inversión de 1.800 millones de dólares, el Nuevo Aeropuerto Internacional de Tulum (NAIT) está casi terminado y comenzará operaciones en el primer trimestre de 2023, convirtiéndose en una terminal aérea de primer nivel mundial.
Ubicado a sólo 10 km de las ruinas y a 15 km del pueblo de Tulum, este aeropuerto recibirá vuelos directos procedentes de las principales ciudades de Norteamérica, Sudamérica y Europa. Su capacidad inicial será de 5,5 millones de pasajeros anuales, y la terminal utilizará un moderno diseño sustentable con iluminación y ventilación naturales.
"será el aeropuerto más sustentable de México y uno de los más modernos del mundo”.
El Tren Maya traerá más visitantes a Tulum de forma sostenible
A esto se suma la futura conexión ferroviaria que proporcionará el tren maya, cuya ruta recorrerá más de 1.500 km a través de los cinco estados del sureste mexicano. Uno de sus tramos principales unirá Cancún con Tulum en apenas una hora y media de viaje.
“Este nuevovínculo por tren entre los dos destinos turísticos más importantes del Caribe mexicano cambiará para siempre los flujos de visitantes en la zona y potenciará nuevos polos de desarrollo”
Con tarifas accesibles y varios servicios diarios, el tren facilitará los traslados entre aeropuertos y permitirá redistribuir turistas hacia zonas menos masificadas, al tiempo que reducirá la saturación vehicular de las carreteras.
Esta ruta ferroviaria tan ambiciosa no estará culminada antes de 2030, pero la simple expectativa de su llegada ya está impulsando la actividad inmobiliaria y hotelera en poblaciones intermedias como Playa del Carmen o Tulum, cuyos terrenos aledaños a las futuras estaciones están multiplicando su valor.
El tren maya significará “una puerta de entrada para el turismo nacional e internacional hacia el sur del país”
De esta forma se fortalecerá la conectividad de la península de Yucatán con el resto de México.
Con dos infraestructuras estratégicas de tal envergadura en ciernes, Tulum fortalecerá indudablemente su competitividad turística global en los próximos años. El complejo escenario que esto implica para el frágil equilibrio ambiental y sociocultural de la región tendrá que gestionarse con responsabilidad y visión de largo plazo por parte de las autoridades locales.
De concretarse una planeación urbana y turística adecuada, Tulum puede convertirse en modelo de desarrollo sostenible, capaz de preservar el entorno natural maya que constituye su mayor atractivo al tiempo que sus habitantes disfrutan de los beneficios económicos. El futuro dirá si este paraíso del Caribe mexicano logra materializar todo su extraordinario potencial de forma positiva para los visitantes y amable con el medio ambiente.