El sureste mexicano alberga joyas arqueológicas como Chichén Itzá, Calakmul o Palenque, que muestran la grandeza de las antiguas civilizaciones maya y mexica. Esta riqueza cultural es invaluable para la humanidad.
Precisamente, uno de los puntos que ha generado polémica sobre el Tren Maya es su potencial impacto sobre este patrimonio histórico tan cercano a su trazo. Analicemos qué riesgos existen y qué medidas se toman al respecto.
Riesgos para los vestigios por obra civil
Existen preocupaciones bien fundamentadas sobre posibles afectaciones de las obras del tren a zonas arqueológicas aledañas:
Los trabajos de desmonte, nivelación de terrenos y construcción podrían dañar estructuras históricas aún no descubiertas bajo tierra.
También se teme contaminación visual o auditiva para sitios como Chichén Itzá o Uxmal, muy cerca del trazo en Yucatán.
Como advierte INAH, “los impactos sobre estos tesoros culturales serían irreparables”.
Medidas de protección anunciadas
Ante esto, las autoridades a cargo del Tren Maya han comunicado diversas medidas para salvaguardar dicho patrimonio arqueológico:
Se elaboraron estudios detallados para localizar sitios de interés bajo el trazo y se ajustó ligeramente el trazado en various puntos.
Se establecieron límites estrictos de velocidad y prohibición de bocinas frente a las principales zonas protegidas.
Se contempla vigilancia especial de INAH durante la etapa de obras.
Como declaró Fonatur: “tenemos claro que el patrimonio cultural es uno de nuestros principales activos”.
Efecto positivo esperado por mayor turismo
De concretarse las medidas preventivas antes descritas, el efecto neto del Tren Maya sobre los atractivos culturales podría ser altamente beneficioso:
Se espera que los sitios arqueológicos reciban un flujo muy superior de turistas nacionales y extranjeros gracias a la conectividad que facilitará el tren.
Esto se traduciría en más recursos para investigación, conservación y puesta en valor de más zonas históricas actualmente en el abandono.
En conclusión, si bien el Tren Maya representa riesgos importantes para el legado arqueológico de la región si no se toman las precauciones adecuadas, también podría ser una palanca para un renacimiento sin precedentes del turismo cultural en esta fascinante área del mundo.
Confiamos en que, gracias a los estudios ya realizados y las medidas comprometidas por las autoridades, será posible potenciar la riqueza histórica del sureste al tiempo que se desarrolla la infraestructura moderna que requiere su crecimiento socioeconómico.
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